Otaku no Sekai!

Horror, PObres los de Seigaku

« Older   Newer »
  Share  
Marui17
icon9  view post Posted on 14/1/2009, 03:32




Toda la semana tuvimos que entrenar sin Ryuzaki-sensei, porque al parecer no se había terminado de recuperar de su dolencia. Pero el entrenamiento no había sido mucho problema porque teníamos al capitán y a Inui con sus jugos del infierno esperando que alguien se descuide para experimentar con él sus nuevos brebajes.

Quizá si necesitábamos a alguien que nos vigilara porque andábamos con diarrea power por culpa de Inui. Casi y trasladábamos el entrenamiento al baño, por su culpa, pero la net no entraba.

Al principio era divertido, sobre todo por la guerra del papel higiénico. Por eso fue que al director se le ocurrió buscar a alguien que nos supervisara y de paso encerrara a Inui en algún sitio para enfermos frutales.

El capitán no podía hacer gran cosa porque no tenía a nadie a quien entrenar. Así que cuando nos mandaba a correr hacíamos carrerita al inodoro.

Hasta que una tarde todo terminó…

Ahora extraño el jugo de Inui y pasar largas horas aventando papel higiénico cuando nos atrincherábamos en el baño. Ahora todo es diferente, ahora extraño mi privacidad y a Ryuzaki-sensei, con ella no tenía problemas ni preocupaciones acerca de mi integridad física.

Todo empezó una tarde cuando estábamos en los vestidores preparándonos para huir a casa cuando de pronto una corriente de aire se filtró a nuestras espaldas trayendo un olor a perfume de mujer que en principio parecía agradable pero luego se volvió asfixiante.

Entonces fue demasiado tarde para reaccionar porque ya estaba encima de nosotros. Y no había escape.

“OOOOISHIIIIIIIIIIIIIIIII, sálvame, OISHIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII”

Irrumpió en los vestidores cuando estábamos a medio vestirnos con cámara en mano, tomándonos fotos para comparar como estábamos ahora y como quedaríamos después de su entrenamiento especial.

Nuestra primera reacción fue correr, mientras que Kaidoh gritaba como mujer, mientras nos perseguía por todas las canchas del colegio. Mientras que Inui tomaba notas y el capitán moría de migraña.

Finalmente regresamos a los vestidores a acabar de vestirnos mientras que ella nos vigilaba como perro ovejero.

“¡Que miedo Oiiishiiiii!…. Quiero que Ryuzaki-sensei vuelva pronto. ¡Haz algo! Alguien haga algo, pronto… por favor… por favor…..”

“Niños lindos….niños hermosos…. Niños estúpidos… vengan para acá, AHORA!”

“Oooiiiishiiiiiiiiiiiiiii”

xxxXXXxxx

“Ya es la hora y no llega ninguno de estos muchachos. ¿Dónde podrán estar¿Tú sabes Tezuka-kun?”

Volteo para ver si me ha escuchado y veo que transpira el pobre chico. ¿Habré traído mi pañuelito para secarlo, para que no transpire de ese modo? Estoy segura que puse uno en mi brasier… debe estar por algún lado….

Ah aquí está…. A ver….

Y cuando me estoy acercando para secarlo…

“Hn. Voy a buscarlos Hanamura-sensei.”

“No, no te preocupes… yo voy por ellos… deben estar en los vestidores.”

“No Oishi… yo voy. Fue mi idea.”

“Pe…pero necesitarás ayuda, son difíciles de atrapar. Eiji corre muy rápido, lo sé porque lo persigo todos los días y….”

“Esa es una buena idea chicos... vamos los tres a buscarlos….” (jijii) Entonces vamos camino a los vestidores…. Las canchas están todas vacías, no hay nadie por los alrededores, que estará pasando aquí.

Tendremos que hacer algo al respecto. (jijiji)

Por fin llegamos a los dichosos vestidores… que resultó ser un cuartito bien pequeñito. Perfecto para que nadie se me escape. Pero la puerta estaba cerrada por dentro y no iba a poder entrar.

“Niños lindos… ¿están ahí dentro?” sin duda están aquí porque puedo olerlos… pero no hay respuesta alguna.

“Chicos, ya salgan. El entrenamiento ya empezó y si no salen de ese lugar no podemos comenzar a practicar.”

Pero no hay ninguna respuesta de adentro.

“Sabemos que están adentro, así que tienen cinco segundos para abrir la puerta sino voy a entrar de todos modos. Por la ventana si es necesario.”

Entonces funcionó mi estrategia, la puerta se abre y sale Ryoma-kun impulsado por manos desde dentro.

“Momo-sempai… eres un traidor”

“Chicos ya basta de juegos, ya salgan de una vez.” Ya tengo tres rehenes… “No me obliguen a tomar medidas drásticas.”

Entonces empiezan a salir uno a uno…

“Oiiishiiiiiiiiiii malo Nyaaa…. Eres malo, tuviste que traer a la bruja de Blair aquí…. Eres un traidor… Nya…”

“shhh Eiji, te va a oír...”

“Nya… si es una anciana…ya no oye… nya”

Con qué Bruja de Blair… ¿no¿Anciana? Parece que la entrenadora Ryuzaki está más oxidada de lo que parece. Estos chicos son unos indisciplinados…. Jijiji ¡mejor!

“bueno chicos, ya hemos perdido bastante tiempo… Tezuka-kun y Oishi-kun les van a indicar lo que tienen que ir haciendo. Mientras tanto yo voy a tener que conversar con….” Y con mi dedito perfectamente manicurado empiezo a sortear buscando a ese niño malcriado… cual era… a ese de ahí….el del parchecito “Tú…”

“Nya? Nyyyyyyaaaaaaaaaaaaaaa. OOOishiiiiiiii.”

Pero lo siento “gatito” esta no vez no hay Oishi que te salve. Jijijiji.

xxxXXXxxx

“Hanamura-sensei ya lleva un buen rato dentro de los vestidores con Eiji. ¿Qué estará pasando ahí dentro?”

“¿Preocupado Oishi?”

“Eh… sólo un poco, Fuji. Eiji es un poco engreído para hablar y Hanamura-sensei es totalmente diferente de Ryuzaki-sensei y no sé… espero que no se haya metido en problemas”

“Saaa…. Hace un rato pasé por ahí cerca de la puerta y me pareció oír sonidos medio raros.” Dice sonriendo como siempre. “Pero no creo que sea nada malo. ¿Tú que crees?”

No me lo quería imaginar, pero mi boca tomó la iniciativa y se me vino un tic nervioso. Por un momento sentí la necesidad de acercarme corriendo a los vestidores en busca de Eiji. Pero nada malo le puede estar pasando. ¿No? Hanamura-sensei es una entrenadora profesional aunque a veces pone unas caras medio raras que da miedo. Sobre todo esa vez en los vestidores cuando…. Naahhhh nada malo puede estarle sucediendo a Eiji…. Es más… ya necesita que alguien le quite el engreimiento…

Así que será mejor regresar a entrenar y no pensar en eso…

“Saaaa… mira Oishi…. La puerta se abre…Si Eiji sale medio despeinado sabemos que pasó” y empieza a codearme con su risita maligna.

A estas alturas no sé que da más miedo, si la sonrisa de Fuji o la mirada de rayos X de Hanamura-sensei. Pero ahora lo importante es darle apoyo moral a Eiji que salió medio movido del lugar.

Parecía que le hubiera dado cincuenta vueltas a la ciudad y tenía cara de trauma. Tan silencioso que pasa a mi lado y toma su raqueta y se pone a entrenar sin perder el tiempo.

Entonces me di cuenta que nada es más aterrador que Hanamura-sensei y su encerrona en el vestidor. Ni la sonrisa psicótica de Fuji, ni los brebajes de Inui. Nada se compara al terror con lápiz labial rosado.

“Chicos… no se me queden mirando…. Sigan entrenado ¿O quieren ser los siguientes en entrar?

Grito colectivo “Noooooooooooouuu”

xxxXXXxxx

“Eiji-sempai luce extraño. Ya casi no habla. ¿Qué le habrá pasado¿Tú que crees Kawamaura-sempai?”

“Yo no quiero decir nada, no me vaya a escuchar a mi también….”

“Hay un 90 de probabilidades de que Hanamura-sensei…Hn…no es bueno que menores escuchen esto.” La cara de Inui se torna siniestra conforme dice cada palabra. Sin duda que algo malo le pasó a Kikumaru-sempai… no es el mismo desde entonces.

Pero tampoco nos podemos quedar así. Tenemos que ir al vestidor del terror a prepararnos para la práctica.

“Oi Echizen… ¿a qué no entras al vestidor solito?”

“Tú primero… tu deber como sempai es cuidar de mi.”

“¿Pero que de malo puede pasar? Ni que estuviera embrujado…”

Entonces Ryoma me señala a Hanamura-sensei. Ella siempre hacía cosas extrañas. Ahora mismo por ejemplo se esta acomodando algo en el pecho. Kawamura-sempai asegura que la vio relamiéndose el otro día. Y hablando de la reina de Roma ahí viene, si me dice algo le echaré la culpa a Echizen y me echo a correr.

Aguantamos la respiración pero felizmente pasó de largo… estábamos salvados pero siempre había algo que me decía que no debía cantar victoria tan pronto… y en especial no hacer ruidos que denote que salí de algún apuro… como soltar la respiración mantenida de porrazo… ese fue mi gran error…

“Momoshiro kun?” – Tragué saliva – “¿Te puedo decir Momo-kun o Momo-chan como lo hace el resto?”

Maldito Echizen, puedo jurar que se aguantó la risa. Ya me las cobro luego. Ahora Hanamura-sensei me mira con cara de hambre, como cuando tengo una enorme y jugosa hamburguesa con doble queso y …. Hey¿por qué me mira así? Seguro quiere que le responda… ¿qué hago?

“¿Momoshiro-kun?” insiste Hanamura-sensei. ¿Dónde están los terremotos cuando se los necesita¡Rayos!

“esteeeee….Momoshiro-kun está bien… creo” espero que no se haya enojado por eso.

Ella sonríe y su sonrisa me recuerda a la del tiburón de la película del otro día. Juro que ese tiburón sonreía, claro después de haberse despachado a media playa porque… Ah si, Hanamura-sensei me mira… ella es como un tiburón con los labios pintados.

“De acuerdo, Momoshiro-kun, Echizen-kun, Kawamura-kun… ¿no van a entrar a cambiarse a los vestidores¿O de repente prefieren hacerlo aquí mismo?” de nuevo sonrió, pero sus labios se vieron más grandes dentro de su cara. Le podía ver todos los dientes y movía las pestañas compulsivamente, parecía que iba a levantar vuelo en cualquier momento.

“Este… hacia allá vamos, Hanamura-sensei.”

“Qué bien, porque les tengo una sorpresita aguardándolos. Vamos todos juntos para que podamos verla.”

Entonces ella nos hizo dar la vuelta rumbo a los vestidores y nos iba dando de empujones con sus enormes pechos… La verdad que no se si nos empujaba o es que estaba respirando. La cosa es que nos hizo entrar a lo que antes conocimos como vestidores y un santuario para nuestra intimidad.

Era horrible.

Espejos por todos lados, tabla de medición, balanzas y una serie de aparatos que apenas entraban y quien sabe para que servían. No había sitio para que nos cambiáramos de ropa ahí, no íbamos a entrar todos juntos.

“¿Qué les parece¿Les gusta?” pregunta con un nuevo empujón de pecho.

No esperaba que le fuéramos a contestar ¿o sí?

“¿qué opinas tú, Echizen-kun?” Y sus manos se subieron a los hombros de Echizen mientras que parecía que lo estaba amasando como si fuera una masa elástica. “Estas tan tenso… de repente sería bueno una sesión de masajes después de cada práctica para que los ayude a relajarse y…”

Echizen estaba rojo, se podía notar porque su cara estaba reflejada en cada uno de los espejos del lugar. Y trataba de zafarse de Hanamura-sensei y sus garras de hipogrifo pero no pudo. Siempre le digo que tome mucha leche para crecer pero no me hace caso.

“Estoy bien….” Le respondió. “mejor nos vestimos ya…” y ella lo soltó por fin. “Porque tenemos que empezar la práctica”

“Claro” Y ella sonreía.

“porque se hace tarde”

“sí pues….” Ella sonrió aún más sentándose en una de las bancas que quedaban de la antigua decoración de los vestidores mientras cruzaba las piernas y se acomodaba las gafas.

“a solas” estalló Echizen.

“Por supuesto. Chicos esperen afuera ¿si?” y su sonrisa consumió los espejos.

Ella hablaba en serio cuando dijo que nos fuéramos así que yo estaba ya saliendo cuando entraron el capitán y todos los demás iban detrás de él en fila.

“Llegan tarde chicos. ¿Ustedes también quieren cambiarse a solas? Jijiji”

xxxxXXXXxxxx

No entiendo porque tanto temor desde que está Hanamura-sensei con nosotros. Sólo estaba bromeando cuando se quedó en los vestidores mientras nos cambiábamos de ropa. Tampoco es para tanto su iniciativa de frotarnos con crema para el dolor muscular antes y después de cada práctica. Que tome medidas de cada uno de nosotros para ver cuanto estamos progresando tampoco está mal. Aunque nos hace entrenar más que nunca, no es del todo mala…. Aunque Eiji no ha vuelto a ser el mismo desde que ella llegó, ya ni habla en clase. Eso está bien para él, ha subido sus notas. Inui no ha vuelto a preparar sus jugos desde que Hanamura-sensei llegó y ya nadie quiere entrar al vestido solo a cambiarse. Creo que le hace bien al equipo, porque estamos más unidos que nunca.

Incluso Momo y Kaoru ya no pelean tanto, o al menos delante de ella. Desde la vez que los sorprendió peleando como siempre en plena práctica. Recuerdo que estaban discutiendo porque Momo como siempre le dijo Mamushi a Kaoru y se armó el lío.

Para mala suerte de ambos, ella los vio desde la ventana de su oficina y los llamó a ambos.

“Momoshiro-kun… Kaidoh-kun…” el tono que usó para llamarlos fue muy gracioso. “vengan rapidito a mi oficina, chicos.”

De ellos no supimos nada hasta más o menos veinte minutos después que bajaron uno más pálido que el otro. Esos chicos son muy graciosos. De Kaoru no obtuvimos mayor información porque sólo se dedicaba a hacer “Shhhhh” como un globito desinflándose. En cambio Momo sólo repetía una frase. “no pelear, no pelear”

A la hora de irnos a casa Inui tuvo que llevar a Kaoru a su casa, porque él no se acordaba donde vivía. Y Ryoma tuvo que pedalear en la bicicleta de Momo para transportarlo a su casa.

Desde que ella está dando vueltas por todos lados, porque siempre parece estar en todos lados, decidimos que lo mejor es irnos en grupo y esperar al último en salir que es siempre Tezuka. Él tiene que quedarse siempre acordando algunas cosas con Hanamura-sensei, pero ahora se está demorando más de la cuenta.

Ya todos se han ido porque no pueden perder más tiempo, así que yo me quedé a esperarlo, para irnos juntos porque tomamos el mismo camino.

Se está demorando demasiado. Quizá deba ir a ver que le demora tanto. Pero a la hora que estaba por entrar al edificio del colegio pude oír el sonido de sus zapatos de taco acercándose. Entonces apareció en medio de la oscuridad como un fantasma, Hanamura-sensei sonriéndome como nunca y mientras avanzaba se iba abotonado la blusa.

“Hasta mañana Fuji-kun… no llegues tarde a la práctica.” Me dijo.

“hasta mañana….Hanamura-sensei…”

Entonces decidí ir en busca de Tezuka a la oficina, pero no fue necesario porque de camino me lo encontré.

“¿Te sientes…bien?” una pregunta estúpida considerando la cara de pánico que traía. “¿me escuchas¿Tezuka?”

No se si me estaba mirando, sólo nos quedamos en silencio un rato hasta que por fin reaccionó y movió la cabeza.

“¿sabes¿Estoy pensando seriamente en irme a jugar a Alemania y a abandonar el equipo. No me importa el torneo, no me importan las Nacionales, sólo quiero irme de aquí. ¿No quieres ser el nuevo capitán? Te nombro el nuevo capitán. ¿Echizen querrá ser capitán?”

Entonces después de que me regresó el alma al cuerpo y pude hacer que Tezuka deje de intentar renuncia al puesto de capitán y deje de hamaquearme por fin salimos del colegio.

“Tezuka-kun… ¿Qué te parece si vamos a ver como sigue Ryuzaki-sensei?”
 
Top
0 replies since 14/1/2009, 03:32   50 views
  Share